martes, 4 de septiembre de 2007

Poder Real de los Medios




Opulencia comunicacional

El primer rasgo del sistema mediático actual es la abundancia de mensajes, la multiplicidad de la oferta, la opulencia comunicacional. La producción tiene tales dimensiones que un individuo que leyera a razón de mil palabras por minuto y ocho horas diarias emplearía mes y medio en leer la información técnica que se produce en un día (20 millones de palabras) y, al final, acumularía un retraso de cinco años y medio de lectura (Ramonet, 1998: 218). Hay un "exceso" de material comunicativo -que no significa necesariamente más o mejor información- incluso cuando el usuario trata de seleccionar los mensajes: uno quiere sólo las noticias del periódico el domingo y le venden pautas para el ocio, la decoración del hogar, coleccionables, etc., es imposible ver una película en televisión sin quedar abrumado por la publicidad, cualquier espacio de televisión no ofrece sólo lo previsto, sino que se ve sobredimensionado con otros contenidos...




Creación de grupos multimedios

Los viejos periódicos propiedad de una familia han pasado a la historia; hoy los medios más relevantes forman parte de un conglomerado de empresas del que reciben apoyo económico y en el que juegan el papel que necesita el grupo. La creación de grandes grupos multimedios que de ámbito mundial dominan el sector de las comunicaciones (vid. tabla 1) y que agrupan a empresas muy diversas (periódicos, revistas, radios, cine, televisión, vídeo, música) tiene enorme trascendencia desde el punto de vista político y económico. Podemos señalar, al respecto, los siguientes aspectos:

a) un gran grupo posee mayor solvencia financiera que le permite abordar nuevas inversiones, resistir chantajes económicos y/o políticos, aumentar la calidad comunicativa de los productos, etc. aunque ello supone "una presión excesiva del sector financiero y una entrada en el poder informativo de especuladores y, en general, de quienes buscan mover su dinero de un lado al otro" (Moncada, 1991: 187);

b) un gran grupo mediático se convierte en un poder fáctico que, en el espacio político, tiene capacidad para boicotear determinadas leyes o difundir demandas concretas en la opinión pública y, al mismo tiempo, posee capacidad de resistencia frente a las imposiciones del poder político;

Entretenimiento contra información

Según datos tomados de Estados Unidos -que pueden servirnos de referencia en cuanto la evolución en ese país suele ser indicativa de las tendencias en los países industrializados (2)- entre 1970 y 1997 los lectores de periódicos han descendido en un 19 por ciento y los espectadores de los telediarios de las tres grandes cadenas de televisión han pasado del 37.3 % en 1980 al 24.3 % en 1997 (vid. Halimi, 1998). Al mismo tiempo, la información se decanta cada vez más hacia el entretenimiento y hacia las noticias útiles (agenda, meteorología, higiene y salud, bricolaje, etc.), sobre todo en la televisión: un estudio que analizó durante tres meses los telediarios locales de trece ciudades norteamericanas llegó a la conclusión de que el estándar era un noticiario de media hora donde se consumían 24 minutos y 20 segundos en informar sobre crímenes, el tiempo, accidentes, desastres, famosos del espectáculo, deportes y publicidad; y los cinco minutos restantes se empleaban en las noticias locales, nacionales e internacionales, de salud, educación, ciencia, etc. (vid. Halimi, 1998)

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